Pasar al contenido principal

María Teresa Larraín: Moderato Cantabile

Pintura

María Teresa Larraín: Moderato Cantabile

Publicado el 06/11/2012
Fotografía de una pintura que representa troncos de árboles
Una mirada hacia el espacio y el paisaje como evocación de un mundo interior a partir de planos geométricos y diferencias tonales, ofrece la artista chilena María Teresa en la Sala Chile del MNBA desde el 9 de noviembre y hasta el 2 de diciembre.

En sus obras María Teresa utiliza la perspectiva como forma simbólica, no como representación gráfica del paisaje, sino como evocación de un mundo interior, lo que corresponde con frecuencia a la "perspectiva oriental Gaoyuan o 'distancia elevada', obras de formato vertical, donde el espectador está situado en un nivel relativamente bajo. El horizonte de la obra es poco elevado y la mirada del espectador sigue el escalonamiento de las alturas representadas, de tal modo que cada fila o gradiente constituye de por sí un horizonte", cuenta la creadora.

La artista presenta dos series de obras. En Árboles el paisaje es el tema fundamental, donde se asume lo exterior, lo objetivo y lo subjetivo de la naturaleza. "Considero que es el cruce entre el espacio como campo (espacio de dos dimensiones en el que se desarrolla la obra pictórica) y la profundidad (espacio creado por distintos medios de relación formal o tonal)", explica la artista.

En la serie Macro-micro, emplea la geometría con libertad, utilizando la escala musical como pretexto en la búsqueda de un neoconcretismo lírico. "Repito una forma geométrica, lo que crea un ritmo entre las obras, con vestigios de construcción arquitectónica. Mi geometría no es un vano ejercicio formalista, es una reducción de la realidad sensible", agrega la artista, quien en 1995, por una situación personal se alejó del hilo conductor de su obra: el hombre en su esencia y la proyección en el dolor, la soledad, el silencio y la melancolía.

"Todo quedó en una pausa suspendido, sin saber por cuánto tiempo. Mi escenario físico era una pieza con puerta transparente, muy alta, desde donde podía contemplar el espacio exterior. Tenía frente a mis ojos un gran espacio de pasto, luego un muro, a continuación la montaña enorme, donde solo podía ver una porción de cielo. Todos los interiores los fui sacando para dejar solo el exterior, tal vez inconscientemente era en el exterior donde yo quería estar. Fueron desapareciendo los marcos de las puertas, las cornisas y las barandas. Este entorno fue el que al año siguiente tomé como pretexto mi pintura. Comencé a concebir telas de la dimensión de mi puerta".

Como síntesis de ambas series, la creadora presenta dos obras de mayor formato, Abstracciones.